La exquisita complejidad del lápiz


 

A pesar de su diseño tosco y sus materiales humildes, el mejor ejemplo para comprender cómo funciona la genialidad es un lápiz. Aunque parezca simple y común, un lápiz puede ser tan misterioso y extraño como una varita mágica que se muerde por arriba y se gasta por abajo. Porque el lápiz no fue creado por una sola persona, sino por la suma de fragmentos dispersos de conocimiento. Un conocimiento que, por separado, resulta incompleto y hasta contradictorio, pero que, unido, puede formar una herramienta tan sencillamente compleja o tan complejamente sencilla como un lápiz.

 

POR SERGIO PARRA

vía La exquisita complejidad del lápiz – Yorokobu.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: